martes, 8 de junio de 2010

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Sin pena ni gloria...¿Qué significa cuando ya ni siquiera puedes estar seguro de ti? ¿Qué pueden querer decir tantos instantes de diálogo contigo mismo? No se dónde voy, un día miro al cielo y al día siguiente tan solo puedo recordar la imagen de mis pies corriendo para regresar a casa. Se que no es el hecho de no tener rumbo lo que me preocupa, lo que me perturba es pensar que hay un rumbo y todavía no me he dado cuenta.
Ayer debí sentirme triste, pero no sentí nada. Se que nadie se sentía bien, en cambio yo no me sentía mal. Mi entorno se había nublado, no ha salido el sol pero me ha dado igual. Mi vida ha dado pasos mientras que el tiempo se detenía a mi alrededor. ¿Por qué esta ausencia? Hay muchas cosas que no logro entender, pero es frustrante no poder comprender lo que pasa dentro tu cabeza. He pasado por aquel lugar y no me dice nada. Tengo imágenes en la cabeza y teóricamente debieran quitarme el sueño, sin embargo no es así. No es que sonría, pero, los motivos por los que no lo hago nada tienen que ver con lo que ha sucedido. A veces me gustaría que algo le diera una patada a esta obligada serenidad de la que soy preso, no es que quiera sufrir, aunque si soy sincero tampoco estoy seguro de que no quiera percibir esa sensación al menos por un momento. Sería gratificante darte cuenta de que lo que has fabricado es un artificio, algo que tarde o temprano se caerá por su propio peso.
No soy insensible, tampoco soy especialmente sensible...realmente no se exactamente qué o cómo soy. Aunque hay algo que si se, se que empecé a huir de esas sensaciones negativas que con el paso del tiempo he aprendido a driblar, y que ahora todo es tan ajeno a mi que es relativamente fácil hablar de cualquier episodio por lúgubre o sórdido que sea, tan fácil como abrir los ojos en una de esas noches insomnes y mirar a cualquier rincón e imaginar que algo desdibuja la oscuridad y la aparente calma.
Al fin y al cabo el tema central es la libertad para elegir. Decidir como sentirse constituye un claro ejemplo de ello. Surgen problemas cuando los criterios de elección se diluyen al verte arrastrado por alguna situación que te sobrepasa. Supongo que conocer las reglas del juego, es suficiente para decidir con una libertad circunscrita a los límites del sistema, lo que parece ir absolutamente en contra de la idea preconcebida de libertad. Conocer para elegir, algo obvio que podría no serlo tanto. Esto suscita infinidad de preguntas, aunque desde mi punto de vista solo es una forma de decir que de algún modo se puede ser responsable de lo que pasa dentro de nosotros.
Afortunadamente las palabras son solo líneas sobre un fondo, son algo tan insustancial que les restaría valor intentar comprenderlas..

1 comentario:

  1. Tu blog me sorprende, me hace pensar y eso me gusta.
    Me gustaria tener tu capacidad para no tomarme tan mal ciertas situaciones.
    Eres todo un ejemplo a seguir, pdría llamarte maestro.
    Un saludo.
    Muchas gracias por todo.

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