martes, 16 de noviembre de 2010

13

Cientos de conversaciones estuvieron llenas de cosas que jamás nos dijimos aunque lo gritábamos en nuestras cabezas, cosas que nos habrían herido de muerte en caso de haberlas pronunciado, cosas que nos han herido al escucharlas una y otra vez dentro de nosotros. Todo eso que al final, llenó nuestros recipientes colmados hasta convertir cada situación en insostenible...
De cualquier modo es ese poso indeleble que queda cuando nos separamos lo que motiva el continuo viaje a recuerdos con un cariz que ciertamente poco tiene que ver con lo que fue la realidad. Supongo que es un mecanismo de defensa que nos aproxima a ese remanso de paz en nuestra memoria, ese lugar en el que nos gustar estar cuando huimos de lo que es real. Creo que lo que es real no tiene verdadera importancia. Si nuestra mente estima oportuno crear realidades alternativas a esta, que de ninguna manera sería aquella que eligiéramos, quiénes somos nosotros para no optar por ellas.
Seguramente no se trate de sensaciones con respecto a tiempos pasados...se trata de decidir quién es dueño y responsable de esas sensaciones, se trata de la elección. Disfruto pensando que eligiendo las cosas que no son reales en esta realidad, sino en mi mente, alcanzo algo más que positivo que puedo transmitir haciendo que las personas de mi alrededor sonrían, y creando ese circulo virtuoso que ansían cualquier optimista.
Cuestiones existenciales, diferentes realidades aderezadas con esa pizca de  libertad de opción que ilusoriamente remata este cuadro pintado al margen de un mundo tangible que sólo nos deja ver límites y fronteras. No elegimos ser quiénes somos, y creemos no poder elegir dónde o cómo somos.
No queremos ver, no queremos darnos cuenta de nada porque es demasiado, demasiado para todos nosotros, demasiado para abandonar el flujo de falsas decisiones que conducen nuestra vida hacia etapas que no siempre nos gusta vivir. Me fascina la idea de tener realmente el poder, no solo hablar de él como algo inalcanzable. Tomar conciencia de que es posible no sentir lo que no se quiere sentir, tener en mente que cada uno de los momentos de esta existencia no le pertenecen a nadie sino a uno mismo.
Quien lea, quizá caiga en el error de pensar que eso podría desnaturalizar la esencia de ciertas relaciones como el amor, o la amistad. No hemos llegado a preguntarnos por qué amamos o por qué queremos a nuestros amigos. Es posible que ese sea el comienzo de todo, saber por qué ciertas situaciones, o personas nos llevan a sentir de una manera determinada. Seguramente a preguntas de ese calibre responderíamos de forma absurda, o con una sucesión de respuestas lógicas ad infinitum lo que por razones obvias sería absurdo.
Probablemente esa sea en si la respuesta, que todo es un absurdo contenido por términos no definidos por nadie. Pero si pensáramos que es realmente así,habría alguna forma de entenderlo y no tendríamos que recurrir a constructos absurdos de términos definidos por nuestra mente.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

12

Hoy es un día como otro cualquiera, un día de esos en los que recuerdas que la realidad no es más que un constructo humano con un nombre muy atractivo. Durante el tiempo en el que dejé de escribir he experimentado sensaciones nuevas y he sufrido una escisión interior que aún sigo intentando comprender. Durante semanas, y esto es algo que llega hasta el momento actual, he sido yo fuera de mi. He tenido la oportunidad de descubrir un abanico de comportamientos y reacciones que bien podrían ser los de otra persona a la que con seguridad nunca llegaría a entender.
Ha sido la alternancia de poder la que me ha desconcertado, y no saber donde residía dicho poder al final lo que sigue manteniéndome en jaque. Vivo de perspectivas halagüeñas por segundos y el pesimismo más exacerbado me ataca en los venideros. Repito muy a menudo: "no lo se, no lo entiendo, no se el por qué". Mantengo un velo ante mi que retiro y vuelvo a permitir que impida mi visión más allá de dentro de cinco minutos. Por momentos ese alter ego que construi no supo quien era, por momentos ni siquiera he conseguido concentrarme en decidir que hacer con ese alter ego.
No he conseguido detener ese movimiento incesante, no he conseguido encontrar ese instante de estabilidad en el que crei encontrarme. Hoy más que nunca he dejado de saber que pasa a mi alrededor, y todos esos pensamientos no cimentados, ese análisis frío y matemático ha implotado aplastando a todos los que estuvieran a su alrededor incluido yo mismo.
Me he desmoronado y así como el cervatillo que recién nacido emprende su andadura me he caído y levantado millones de veces intentando que los débiles y torpes pasos se convirtieran en un camino firme, pero aún no he tenido éxito. Esa parte de mi que no está en mi y a la que le costará regresar aplaude el esfuerzo por avanzar, esa otra parte de mi que me lastra pero de la que no me quiero desprender me lleva por un camino que aunque incierto pudiera ser prometedor.
Les he prometido a muchos "yo" una lista tan larga de cosas que no se realmente ante quién tendré que rendir cuentas a la hora de exponer ese número de fracasos tendente a infinito, y a pesar de que también he de contar triunfos en esa lista están naturalmente ensombrecidos...
Es este cólera encarcelado, esta energía mal conducida la que me enfurecería si tuviera fuerzas para hacerlo, pero me asusta esa parte de mi, me asusta perder el control (en cualquiera de sus dimensiones) me asustan las consecuencias de los actos de ese alguien que no se si se parece a mi.
Se que hay algo bueno detrás de todo esto, se que tengo que estar ahí porque jugaré un papel fundamental en esta historia que se escriba a golpe sonrisas y llantos desconsolados...se que de no estar aqui no podría aprovechar ese margen estadístico reservado para los cuentos de hadas y se que los cuentos son para niños y que la vida real, y digo con todas sus consecuencias real, no siempre tiene hueco para los finales felices.
Creo en todo lo que es necesario creer para que algo salga bien, lo creo de verdad, necesito creerlo.

lunes, 16 de agosto de 2010

11

Anotaciones a ininteligibles. Cuán maleable puede volverse el estado de ánimo en el momento en el que paradójicamente se debe ser más fuerte. Cuán diferentes pueden ser los silencios entre dos personas, cuando el tiempo está abierto a interpretaciones. Tengo tantas cosas que decir, tantas cosas que hacer, que el reloj siempre será un techo que deseo olvidar...Los momentos vacíos de sonrisas son olas que golpean mi pequeña balsa, y en efecto, el agua salada y el sol castigarán mi piel, pero de mi boca nadie nunca oirá que abandono, que dejo de remar...porque no lo haré. Estoy dispuesto a remar aún a pesar de tempestades. Esto no es una crónica de un suceso que negativiza mi experiencia, es  tan solo, un paso en un camino que no se prometía fácil, y que constituye un objetivo en si mismo. Al caminar de los segundos, minutos, horas...volveré mi cara hacia esa travesía que se hará pequeña una vez haya vuelto a mirar hacia delante. Vamos a clavar nuestros pies en este suelo que osa sustentarnos cuando sensaciones,pensamientos y nuevos recuerdos nos empujan casi sin sin pisarlo. Dejemos huellas profundas para poder disfrutar de todo eso que nos ocurrió, porque seran esas huellas quienes dibujen la silueta de nuestra memoria, ya que seguiremos avanzando, y nuevas huellas darán fe de nuevas historias que no podremos ni deberemos olvidar.
He de agadecerte, pues me has permitido aprender y tan solo son dos meses que de acuerdo a nuestra percepción, y esto es algo de lo que me siento absolutamente orgulloso, bien podrían ser solo dos lunas. Gratitud es lo único que puedo mostrar a la persona que consigue situarme en un rol que pensaba nunca más asumiría.
He cruzado una puerta, y puedo ver muchos horizontes ahora,tantos horizontes como quiera. Puedo desear y cultivar las expectativas que me apetezca,puesto que sé que son posibles.
Desde hace dos meses solo pienso en eso, en que es posible...Fue posible que nos reencontráramos 6 años después, fue posible que un beso se hiciera esperar días y días, ha sido posible hacer virar mi vida en pro de una sonrisa tuya, y ahora 57 días después es posible  que sigamos juntos, que nos pensemos más allá de mañana...
Acabo de disfrutar de un día contigo...acabamos de estar juntos...y he comenzad a extrañarte en el momento en el que supe que te marchabas...
Quiero más...ya lo sabes...

sábado, 31 de julio de 2010

10

Mes de julio en blanco, una zona industrial en reconstrucción. Es obvio que no he escrito porque mi vida lejos de este ordenador ha cambiado. Esta es la décima entrada, y como en alguna otra, debo de decir que todo ha vuelto a cambiar. Esta es una nueva historia, una de esas, que no protagonizo o al menos escribo como si no lo hiciera...bien, lanzo una pregunta al aire...¿cómo pasamos de flirtear con la idea de aproximarse a alguien a temer estar lejos? Podría decir que ahora veo un poco más allá, o digámoslo de otro modo, en este momento me puedo ver reflejado en otros ojos. Es inevitable sonreir en este preciso instante, no puedo no pensar en la sonrisa de una persona a la que le entregado algo.
Es increible, se puede mirar al cielo y verlo de tantos colores como se pudiera imaginar...me cuesta creerlo, es cierto, soy la persona más escéptica del mundo, pero he de rendirme a lo evidente...supongo que en el continuo de sucesos que tenemos el privilegio de vivir, ha de existir un pequeño porcentaje de ellos que nos ciegan frente a una inmensa mayoría que ensombrecen el deseo de llegar a mañana. Hoy no hay nubes en mi mirada, hoy es uno de esos días en los que importa bien poco que transcurran las horas...hoy, ayer, mañana....no existen claves en el tiempo lo suficientemente importantes para ponerle nombre al momento que vivo.
Esto no es una casualidad, es el conglomerado de circunstancias que deseaba sin saberlo. Es todo eso que mientras el pesismismo abrazaba mis palabras peleaba por darse forma a sí mismo. Muchos días pueden ser grandes días, todo tiene que ser tan grande como pueda serlo.
Que pueda derramar una lágrima mientras sonrío como un estúpido no es fruto del azar. Feliz momento, ese en el que puedo extrañar sabiendo que dejaré de echar de menos porque podemos cruzar tantas miradas como se nos antoje.
Ya hay un recuerdo indeleble grabado a fuego, es un recuerdo joven por eso debemos velar por él, conservarlo e intentar que no cambie de ninguna manera; por eso debemos darle la posibilidad de no estar solo, de tener toda una red de recuerdos en la que poder acomodarnos para mirar al vacío y exclamar cosas sin sentido.
Queramos, deseemos viajar por todos los tópicos...intentemos alejarnos de todo, o aferrarnos según nos convenga...
Entiendo que estando arriba, teniendolo todo, es cuando el miedo te asalta e intenta paralizarte...pero no va a ser el miedo quien me pare o el tiempo que me ponga límites...
Me he puesto una meta, y es, no dejar de querer no tenerlas contigo. Eres tanto como debías ser, más de lo que nunca desee que fueras y el tiempo contigo parece ser nunca suficiente.
GRACIAS.

miércoles, 23 de junio de 2010

9

Es en este preciso instante en el que finjo entender los trazos sobre el papel, que no acaban de brotar para crecer y ser algo más...Millones de ojos miraban anoche hacia ese escenario que había costado forjar tanto tiempo...el tímido revoloteo de las imsomnes aves se convertía en el único marco de aquel momento. Todo estaba preparado para compartir confidencias con una extraña, así pues, como si nos conociéramos desde siempre comenzamos a intercambiar todas esas historias de las que nos habíamos privado durante años. Y como inocentes niños nos mantuvimos atentos mientras el otro hablaba, seguramente algo aturdidos al darnos cuenta de lo que estaba pasando...
No te conozco, y tampoco entonces te conocía, creo que tengo un duro trabajo por delante. Deberé esforzarme en averiguar cómo eras antes, porque no conozco ninguna otra manera de llegar a saber quién eres ahora. No te conozco, pero esta extraña familiaridad ha sido suficiente para ponerme en pie y caminar. Seguramente cuando crea conocerte, estaré lejos de hacerlo, será entonces tiempo de pensar dónde me encuentro.
Primeros pasos, seguramente en dirección prohibida y por una carretera cortada, supongo que eso es lo que lo hace tan interesante. Imagino, o más bien, quiero imaginar que esas despedidas conservan para los dos un intenso aroma a un verdadero "hasta luego", a uno de esos que cierran un capítulo más, de un relato que todavía no hemos escrito y que ni siquiera sabemos donde conduce. Pero ya conocemos la existencia de dicho relato, y por terrorífico que sea, nos gustan las cubiertas de ese libro. Me atrevo a decir, prolongando esta metáfora librística tanto que pudiera transformarse en un sinsentido, que también nos agrada la letra de las primeras páginas. Por esa y otras tantas razones, que pudieran ser una única, el pánico pudiera apoderarse al menos de mi.
Resulta verdaderamente difícil seguir manteniéndome como ese bloque de hielo, que pretendo o creo querer ser, cuando al descuidar los flancos soy increpado por el pasado. Desde luego nunca me creí invencible o imperturbable pero lo cierto es que al pasar las hojas del calendario olvidas que siempre hay una puerta por la que indudablemente puede entrar alguien.
No olvidaré fácilmente ese juego de miradas esquivas al que nos gustó jugar, tan emocionante como si no te conociera, en realidad, como si nunca hubiera conocido a nadie. Ha sido o fue, entrañable...curiosamente, también hubo tiempo para un intercambio de dulces y apacibles silencios. Hacía tiempo que los silencios no se aparecían en mi día a día como algo confortable. He de reconocerlo, los silencios no fueron tales, tenía tantas cosas dando vueltas en la cabeza acerca de esa situación que apenas podía escuchar el viento meciendo las copas de los árboles.
Entre tanto, puedo oir tu voz diciendo muchas cosas pero me paralizo al escuchar "...tengo miedo.". Yo también lo he tenido, aunque no lo tengo por mi, o al menos al principio así era. Ahora es díficil no tenerlo, ahora es dificil creer en algo con certeza... ¿Ha cambiado todo? ¿Está cambiando ahora mismo?
Fue entonces cuando nos tocamos, y preocupado por no haber sentido nada fuera de lo común, me sobrevino un escalofrío...nuestras manos, ellas, hicieron de un segundo lo que debiera haber sido un siglo años atrás.
Como siempre, nadie ha de leer esto, aún así deseo que lo leáis todos, incluida tú.
Son solo letras, en este caso ceros y unos que codifican líneas en el monitor,al fin y al cabo solo letras...




martes, 8 de junio de 2010

8

Sin pena ni gloria...¿Qué significa cuando ya ni siquiera puedes estar seguro de ti? ¿Qué pueden querer decir tantos instantes de diálogo contigo mismo? No se dónde voy, un día miro al cielo y al día siguiente tan solo puedo recordar la imagen de mis pies corriendo para regresar a casa. Se que no es el hecho de no tener rumbo lo que me preocupa, lo que me perturba es pensar que hay un rumbo y todavía no me he dado cuenta.
Ayer debí sentirme triste, pero no sentí nada. Se que nadie se sentía bien, en cambio yo no me sentía mal. Mi entorno se había nublado, no ha salido el sol pero me ha dado igual. Mi vida ha dado pasos mientras que el tiempo se detenía a mi alrededor. ¿Por qué esta ausencia? Hay muchas cosas que no logro entender, pero es frustrante no poder comprender lo que pasa dentro tu cabeza. He pasado por aquel lugar y no me dice nada. Tengo imágenes en la cabeza y teóricamente debieran quitarme el sueño, sin embargo no es así. No es que sonría, pero, los motivos por los que no lo hago nada tienen que ver con lo que ha sucedido. A veces me gustaría que algo le diera una patada a esta obligada serenidad de la que soy preso, no es que quiera sufrir, aunque si soy sincero tampoco estoy seguro de que no quiera percibir esa sensación al menos por un momento. Sería gratificante darte cuenta de que lo que has fabricado es un artificio, algo que tarde o temprano se caerá por su propio peso.
No soy insensible, tampoco soy especialmente sensible...realmente no se exactamente qué o cómo soy. Aunque hay algo que si se, se que empecé a huir de esas sensaciones negativas que con el paso del tiempo he aprendido a driblar, y que ahora todo es tan ajeno a mi que es relativamente fácil hablar de cualquier episodio por lúgubre o sórdido que sea, tan fácil como abrir los ojos en una de esas noches insomnes y mirar a cualquier rincón e imaginar que algo desdibuja la oscuridad y la aparente calma.
Al fin y al cabo el tema central es la libertad para elegir. Decidir como sentirse constituye un claro ejemplo de ello. Surgen problemas cuando los criterios de elección se diluyen al verte arrastrado por alguna situación que te sobrepasa. Supongo que conocer las reglas del juego, es suficiente para decidir con una libertad circunscrita a los límites del sistema, lo que parece ir absolutamente en contra de la idea preconcebida de libertad. Conocer para elegir, algo obvio que podría no serlo tanto. Esto suscita infinidad de preguntas, aunque desde mi punto de vista solo es una forma de decir que de algún modo se puede ser responsable de lo que pasa dentro de nosotros.
Afortunadamente las palabras son solo líneas sobre un fondo, son algo tan insustancial que les restaría valor intentar comprenderlas..

miércoles, 2 de junio de 2010

7

Salgo despacio, casi casi mirando de soslayo, esperando oir esas palabras que no me he atrevido a reclamar. Me he ido, nunca dijeron esas palabras. Ahora miro atrás y pienso que quizá hubiera sido suficiente con haber pronunciado las mías, solo para intercambiarlas. Este es el retrato de como ocurren las cosas, de como les regalamos nuestras oportunidades a otros que ni siquiera conoceremos. Después viene lo que más nos gusta, volver la cabeza. Ya he visto pasar muchos trenes, casi me he acostumbrado pero eso no lo hace ni mucho menos más fácil. Cualquiera de nosotros viviendo el ahora quisiera regresar al ayer para decirse a sí mismo que estuviera atento y agarrara la vida tal y como pudo ser antes.
Como la de todos supongo, mi experiencia vital tiene algún que otro "podría haber sido"...Es una cuestión de expectativas, desde mi punto de vista, y es que normalmente solemos fijarlas en personas o en cosas que no dependen de nosotros. Es frustrante reconocer que no son las pérdidas las que te hacen hacer acopio de sensaciones negativas sino, ver que has construido algo sin una base. Has conseguido ilusionarte como si hubieras vuelto a ser un niño, pero ese niño te ha fallado, se ha equivocado...TÚ te has equivocado.
En realidad existen dos maneras de enfrentarse a esta puta existencia...por un lado ver que hay muchos posibles entre los cuales algunos son maravillosos, por otro lado no esperar que ocurra nada, fingiendo sorprenderte cuando en la mayoría de los casos eso es lo que ocurre, nada.
Pensar que nada ocurrirá como quisieras pensar que ocurriera no es algo positivo en si mismo, parece un paraguas antifrustración, aunque muchas veces es inútil. Yo me equivocado, he deseaado que alguien fuera quien yo quería, he tratado de hacerme entender que lo lógico es que tarde o temprano recibiría eso que ansiaba,he intentado,al darme cuenta de mi error, darle un enfoque diferente a mis exigencias, sin embargo no han dejado de decepcionarme(ya que en algún momento yo también le he concedido ese poder a alguien). El problema es que cuando te decepcionas a ti mismo tantas veces es como si las cosas que no llegan de los que están ante tí solo fueran una parte de eso que tu no te has dado.
Suelo decidir no intentar que la gente me guste, prefiero dejar que la gente que quiere gustarme lo consiga sin mi ayuda, ya que con ella seguramente acabaría en desastre.
Prefiero no mirar más allá del horizonte, y no quiero que nadie me cuente que hay en ese lugar. Con certeza, caminando veré qué hay más lejos de donde la gente se une al cielo. Esta ha sido otra artimañana más intentando sobrevivir en esta selva, en cambio, con lo negativo que parece puede que sea una de las pocas formas de vivir en paz contigo y con el resto de humanos.
Creo que si pienso en todas esas veces que la gente me ha sorprendido negativamente, automáticamente puedo pensar en alguna otra ocasión en la cual alguna persona me ha sorprendido para bien. Ahora me apetece volar. He conseguido permanecer sobre el agua, he conseguido no hundirme, he conseguido sonreir con franqueza mientras otros recogían mi testigo y hacían lo que algunos supusieron que haría yo, sin embargo, nunca estuve allí para hacerlo, a pesar ello todo fluye.

miércoles, 26 de mayo de 2010

6

Aqui estoy de nuevo...por si alguien no lo recuerda, Nacho es mi nombre. Ya hace un mes que no escribía, supongo que he encontrado formas mejores de perder el tiempo,o quizá es que no haya encontrado nada que decir. No quisiera autoconducirme a un error, no es que en las anteriores entradas haya dicho nada interesante, y tampoco es que después de esta pequeña reflexión haya llegado a algo que se pueda disfrazar con unas palabras.
Con el bullicio de ahí fuera es complicado oirse pensar, o más bien conseguir pensar en algo...hay demasiado ruido, los recuerdos son voces de muchedumbres enfurecidas, las sensaciones que has experimentado son susurros inaudibles. Solo queda ese sonido, ese incesante ruido. Todo ha pasado ya.
Nos hemos mirado, y hemos fingido no vernos para hacer más facil algo que nunca será fácil para al menos uno de los dos. Se que sonríes, que ya hay cosas que has conseguido dejar de querer recordar. Seguramente muchos te apoyaron, seguramente otros tantos se han compadecido. La condescendencia es, para algunos entre los que me incluyo, sal para las heridas, y a su vez, los latidos que señalan que lo que tienes con la gente de alrededor, está vivo. Creo que estás genial, creo que es así como siempre debiste estar, creo que nunca has estado de otra manera. Odio esas puertas entreabiertas que hacen mirar atrás y al final, te obligan a salir por ellas. Pero es estupendo pensar que todo va bien, pensar que lo correcto es que me sienta bien porque tú estás bien, es genial. Todo ha vuelto a su cauce, ya solo somos una etapa más en esta carrera.
Es realmente complicado concebir que existen otras vidas, y que todas funcionan sin que se entrecrucen con las nuestras. Me produce, personalmente, una doble sensación. Me alivia que fluyamos sin necesidad de un motor, me preocupa no poder ser ese motor.
Hoy soy esa lucecita de standby, me he parado a mirar mi yo de hace unos años. Sigo siendo yo, esto es perenne. Me he parado y he levantado la vista para veros a todos vosotros y a todas vosotras. Muchos sois caminos recorridos, caminos que no volvere a recorrer. Después de detenerme he retomado la marcha, lo hago cada vez más rápido, tanto que, mis huellas no llegan a dibujarse. Dentro de poco volveré la vista, y el paisaje tras de mi no será muy diferente del que haya ante mi.
De un tiempo a esta parte he detenido mi viaje tan pocas veces y durante tan poco tiempo que las cosas han tenido que intensificarse para ser el peaje que suponen esas experiencias. Son solo pegatinas en la maleta... He acelerado el proceso, he conseguido equivocarme de la misma manera pero a una velocidad de vértigo. La inconsciencia al entrar en la partida, casi se sucede inmediatamente de la culpa, el perdón, el olvido... si es que consiguiera olvidar los fines de cuantas historias me han ocurrido.
Con certeza absoluta hay una razón que justifique el devenir de los acontecimientos, ese timón que me ha ido guiando por culpa del cual he encallado alguna vez que otra. Estoy convencido de que me refiero a ese plan maestro del que nos gusta huir y con el que particularmente yo, estoy en guerra.

jueves, 29 de abril de 2010

5

Hace unos días pensé en escribir una entrada...esta entrada. He percibido que hay gente que gusta de comprar la filosofía barata que vendo, lo que por otro lado, es un complejo vitamínico enriquecido para mi ego-cáncer, al que ya he hecho referencia en más de una ocasión. Desde luego este no es el texto original de dicha entrada, texto que por otro lado morirá como todas aquellas cosas que deseamos no recordar, porque la gente no me es indiferente.
A pesar de ello lucho cada día por cambiar esta situación. Imagino que todo es mucho más fácil creyendo que no puedes perturbar el sistema del que formas parte, y que compartes con el resto de seres humanos, ¿pero es realmente posible creer ciegamente en ello?
Siempre he tenido este tipo de reflexiones péndulo que viajan del sí a la negativa, del oscuro a lo invisible, pero todo cobra una nueva dimensión cuando mientras escribes sin pensar, relees las últimas palabras escritas. Es cuando te has dado cuenta de que en conjunto todo eso que tu mente ha encarcelado durante años debe tener algún sentido. Todo ha evolucionado, ya nada tiene que ver lo que empecé con lo que crece en la pantalla de mi ordenador.
No soy yo, no es ahora, no es nada...
Es fascinante redescubrir lo que estaba escondido detrás de todas esas frases hechas, discursos preelaborados y párrafos escritos por recuerdos de otras personas. Es precisamente ahora que lo que escribo se hace más y más similar a lo que soy en realidad, cuando me doy cuenta de que el que escribe o lo que se escribe anda ya lejos de lo que he sido o de lo que seré.
Deseo que no importen los demás, creo que si no me importan a mi, yo no les importaré a ellos. No puedo obviar el que los demás sufran, es como si me importara de reojo. De hecho muchas veces he cometido la insensatez de sentirme responsable. Sentirse responsable de algo así es por definición una conducta estúpida. Es como si necesitaras pensar que disparaste primero en una guerra para oponerte a ella. Solo somos responsables de nosotros mismos, pero nos encanta o me encanta si así lo elegís, pensar en que tu eres la causa de las lágrimas de aquella chica que llora en el parque, de la pesadumbre del muchacho que vivía en el primer piso y no hablaba con nadie...Nos gusta sentirnos mal con nosotros mismos por las cosas que les pasan a los demás, incluso sin conocerlos, porque así es mucho más fácil ser partícipes de esa empatía que nos han impuesto como norma moral, y porque así justificamos el hecho de tener que hacer algo por los demás. ¿Somos así? ¿Es que realmente necesitamos un motivo para echarnos un cable?
Necesito recordar que he hecho cosas de las que no me siento orgulloso, necesito tener en mi mente a todas esas personas a las que infligí algún daño, si es que realmente pudiéramos concluir que disponemos de ese poder, me hace falta llorar por esas personas que lloraron en mi presencia o en mi ausencia. Digo que no quiero, no quiero pasar por ese mal trago.
Mentirse a uno mismo es un recurso divertido para atesorar momentos de un doble cariz negativo. Por un lado decepcionarte por engañarte, o al menos intentarlo, y por otro descubrir que la verdad que tratas de ocultarte se hace dolorosa, en cierta medida porque ha de serlo para cumplir su función.
No me sois indiferentes, siento si en este sistema al que nos gusta aferrarnos soy el responsable de algo poco positivo que os haya ocurrido. No me sois indiferentes, pero fingir que los sois me aproxima a vuestra indiferencia. Os recuerdo a todos, a veces he soñado con vosotros, a veces mis ojos se perdieron mirando al vacío mientras me fustigaba por haber estado donde no tenía  que estar, muchas veces he llorado haciéndoos venir a mi memoria.
Es no saber por qué se conecta lo que sienten los demás con lo que siento yo, es esa extraña sensación que me embarga al pensar que algo que escapa a mi control, que ocurre y no puedo entender cómo.

jueves, 22 de abril de 2010

4

Ya llevaba un tiempo sin ponerme en frente de la pantalla de mi ordenador...De nuevo soy yo, supongo que los que habéis leido ya sabéis quien soy, para los que no, soy Nacho.
He estado pensando todo este tiempo en escribir esta cuarta entrada, he releido las entradas anteriores y entrecerrado los ojos en muchos momentos fingiendo que alguna sensación especial me invadía...pero no. Me han inundado las mismas sensaciones de siempre, no ha habido nada nuevo en todo esto.
Días de despedidas, días de esta es la última vez que..., días de ya nos veremos, días de no me olvides...necesitamos etiquetas de las que con frecuencia nos gusta huir. No sabemos ser sin ellas, hemos de tener una referencia eso que nos dirá quiénes somos y quiénes éramos antes. Es realmente complicado vivir sin una perspectiva, es difícil caminar a un lugar que conozco sin un camino que antes alguien recorriera hacia ese lugar.
No sonrio en este momento. Ya hace tiempo que perdí mi perspectiva, mis etiquetas volaron en un día de viento y sigo sin saber en que consiste todo este juego. Estoy atrapado en una historia que no ha crecido en estos ultimos años, no me he esforzado en engrosar mis experiencias, en mejorar mi discurso simplemente he ido haciendo fácil el relato, tanto es así, que ha perdido un poco el signifcado como cuando repites una palabra hasta la saciedad y descubres que no vale nada por sí misma sino por cómo, cuándo, dónde o a quién se la dices. Es algo que se enquista y crece como un cáncer sin una dirección ni una forma determinada.
Desde hace algún tiempo ronda ya mi cabeza la idea de cómo  redirigir todo eso que nos define. Este es el tipico pensamiento existencialista que le dices a alguien con la mirada perdida en sus ojos para impresionarle o para obtener una respuesta obvia de esas que no queremos escuchar, cuando lo que en realidad deseamos es recibir un silencio que refleje incomprensión o admiración. De cualquier modo, darle una nueva dirección a tu historia personal requiere mucho más que un planteamiento vano, supone redescubrirte desde el principio y darte cuenta de que hay demasiadas cosas de ti mismo que no te gustan. Es un buen primer paso, si señor, descubrir cosas de uno mismo o más bien dejar de ocultartelas y así dejar que los demás las compartan contigo. El problema de hacer una introspección profunda es que de reojo miras a las personas que te rodean y dejas de obviar todo eso que no te gusta de ellos.

Últimamente he descubierto muchas cosas de mi mismo que no me gustan,más bien las he recordado. Como soy humano mi primera intención ha sido buscar un responsable y me he enfadado con el mundo por esa persmisividad que en realidad enmascara un cierto grado de indiferencia. Pero por otro lado desenmascararte y reinventarte, además de no ser fácil como proceso, es renunciar a lo que convenientemente has forjado durante toda tu vida. Supongo que seguimos siendo quienes somos porque todavía no sabemos si queremos dejar de ser quien éramos. Desde luego esto es la antítesis de la resolución de cualquier planteamiento.
Tambien podría decir que he descubierto de un tiempo hasta ahora cosas de los demás que no me gustan, pero quizá tendría que hablar de todas esas personas que a medias, son reflejos de todas las cosas que no  me gustan de mi mismo.
No quiero dejar de ser quien soy, pero no se exactamente por qué.
Quizá es esta la manera de cambiar mi historia, intentar contarla...

miércoles, 24 de marzo de 2010

3

Esta es ya la tercera entrada que escribo en este blog, y lo que parecía iba a ser tan solo una de esas cosas que no consigo acabar, va tomando forma. Quiero pensar que lo que pongo en la pantalla de mi ordendador son solo palabras, es una historia, y no un relato autobiográfico emitiendo por capítulos...en caso de serlo me asaltaria una duda...¿la realidad es tal y como yo la describo o tan solo es así porque yo la veo de esa manera?
Ayer por la noche entablé una conversación con alguien por el que siento un inmenso pero inexplicable respeto, como algo que casi ya  se ha convertido en una costumbre me hizo una pregunta de esas de no te enfades pero...
Una vez más me di cuenta de que me encuentro inmerso en una interminable huida, y que no me he detenido ni un segundo. No darse cuenta de que necesitas un descanso, de que hay gente con la que deberías hacer concesiones es algo para nada positivo. Recuerdo porque empezó todo esto, más bien recuerdo por qué empecé a huir conscientemente, aunque realmente lo llevo haciendo desde que me alcanza la memoria. Casi fue un alto en el camino, pero no, no pude dejar de escapar.
Así ha sido siempre, no mantener nada que se prolongara en el tiempo, a pesar de que abandonarlo me haría daño a mi y a todas esas personas que he driblado en mi camino hasta el momento actual. ¿Por qué? ¿No estaba todo bien? ¿Pero si ayer...? ¿Tú me dijiste que...? He escuchado muchas preguntas a las que no he podido responder, muchos silencios que yo mismo he buscado pero que ansiaba no encontrar.
Sentirse solo en algunos momentos no es un problema, lo que ocurre es que esa sensación que acaricia el interior de las personas no es algo estático, es algo que se intensifica por momentos y machaca cuando no tienes la fuerza suficiente para soportarte solo a ti. Es cuando persigues estar solo cuando la soledad golpea más enérgicamente, cuando sientes que existen vacíos que no puedes llenar aún cuando de alguna manera quieres salir de esa espiral  en la que ni siquiera sabes como entraste.
Es precisamente eso, es que todo venga de lejos, que nada dure, es que no te des cuenta de que a pesar de sentirte solo, estar solo, viajar solo no estas solo pero realmente lo estás. 
Uno no puede decidir estar solo, el hecho en sí no es una decisión absolutamente tuya. Todos los que están a tu alrededor tienen el derecho a reprenderte si es que intentas convertirte en un aislado. No caeremos en el tópico de que hay gente que te quiere y todo eso...va mucho más allá. Hay gente a tu alrededor a la que le aportas cosas de las que no se quieren desprender. Para la mayoría de la gente no eres más que otro sujeto más en su círculo... pero eres alguien con el que compararse, alguien que llena un hueco, alguien sobre el que recaerá la atención cuando ese otro quiera pasar desapercibido. Eres alguien incluso para las personas para las que no eres nadie y por eso no te dejarán estar solo aunque lo intentes desesperadamente y al mismo tiempo te inunde la más inmensa de las tristezas por estarlo.
Tú no decides, y cuando obvias esta simple cuestión te frustra  el hecho de querer estar solo, y no poder sentirse así tan libre como te gustaría.
No se si estoy solo, pero si es verdad que lo he intentado, y en ese vano intento es cuando...

miércoles, 10 de marzo de 2010

2

Hola me llamo Nacho, dudo que alguien leyera la primera entrada, pero ya ha cumplido una función, y por si acaso alguien decidió perder su valioso tiempo leyendo esa mierda le regalo otra...
La búsqueda de respuestas es uno de los impulsos humanos. Habitualmente todos nos planteamos muchas  preguntas, al menos yo lo hago; aunque realmente no lo hago en pos de recibir respuestas sino para sentir el cobijo que proporciona el hecho de no encontrarlas. No me gusta llegar a final del camino, no me gustan las respuestas que no he querido recibir, no me gusta obtener lo que me gusta... Hoy he decidido sentirme triste, creo que llevaba muchos días sin hacerlo, no se si tengo motivos pero me he convencido a mi mismo de que  me siento así. Supongo que es parte de ese ego en crecimiento tumoral que tengo, supongo que este tipo de comportamientos suscitan preguntas por parte de los demás, supongo que me gusta no responder a todas esas personas que me "quieren" ya que una respuesta signficaría perder la oportuniddad de que los de mi alrededor siguieran preguntando a cada segundo. Sería dejar de sentir el apoyo de tanta gente, entre los que cuento a numerosas personas a las que no les importo, sería admitir que lo que me pasa es que no me pasa nada. Ese si es un motivo para sentirse triste, que no pase nada que seas indiferente, que todas esas preguntas si tengan finalmente una respuesta. Es triste no poder envolverlo  todo en un halo de misterio, pero querer hacerlo. ¿Es triste querer sentirse triste? Hoy he querido no sonreir, hablarle mal a alguien que me quiere, no mantener contacto con alguien del que quería recibir noticias.
Es curioso que es justo en la situaciones en las que decidimos que nuestro animo ha de estar bajo el suelo, en las que surgen personas que intentan sentirse mejor consigo mismas a través de nosotros. Es como un sistema de retroalimentación de la indiferencia. Creo que me dan igual demasiadas cosas, y es por eso que me siento triste. Lo cierto es que a pesar de todo me doy magníficos motivos para estar así: que no tenga fuerza de voluntad, que le haga daño a las personas que me aprecian, que decepcione continuamente a todo el mundo incluido yo mismo....sin embargo en el fondo no soy capaz de engañarme y eso me reporta una sensación contradictoria. Me hace sentir mal el hecho de tener la necesidad de sentirme mal, pero por otro lado esbozo una sonrisa al no conseguirlo definitivamente.
Me sigo reinventando y no encuentro una versión de mi mismmo que me satisfaga lo suficiente, me sigo decepcionando, no busco con esto un consuelo vano, escribo sin más. No quiero que esto lo lea nadie, pero me gustaría que lo leyeráis todos.
Es posible que mañana decida no escribir más, es posible que mañana escriba bajo un estado de felicidad narcótica, es posible que mañana ni siquiera quiera...

martes, 2 de marzo de 2010

1

Hola a quien por ahora lee esto que únicamente soy yo...Esta es la manera de empezar algo que es más un experimento personal que cualquier otra cosa. No se lo que es un blog, no se para  qué se utilizan, y no se si lo que hago es adecuado, pero la verdad sea dicha, me importa bien poco...
Esto tenía que ser algo así como el primer capítulo de una de esas series de la FOX con una historia personal acojonante en la que se muestra a alguien absolutamente genial  y único en su especie...Me he inventado un alter ego, me he inventado a alguien seguro de sí mismo, con una personalidad contundente, con tantas atribuciones que nadie podría reunirlas en la vida real: es sincero, valiente, concienzudo, espontáneo, leal, cariñoso, inteligente, interesante...vamos es la repanocha. También me he inventado un mundo con todos sus detalles, un mundo lleno de personas que no van a poder entenderle jamás. Tras de sí dejará una estela de personas a las que herirá y que por supuesto a pesar de no olvidar, le perdonarán. A su paso, las huellas que deje serán como grabados en acero que no podrán desaparecer sino por la destrucción de todo lo que conocemos. Será un universo, será el universo del que todos ansían ser partícipes, pero de hecho no será nada de eso. Será alguien normal, de hecho será alguien tan frágil y vulnerable como cualquier otro.
¿Quiénes sois ahora? ¿Quién lo pregunta? ¿Quiénes queremos ser? He decidido jugar a un juego: pintemos un círculo, pongamos en su centro una pelota de goma. Preguntémonos lo que significa esto. Cuestionemos que va a suponer esa pelota en nuestras vidas. Averigüemos que relación tiene la pelota con ese círculo.
Me llamo Nacho, soy el hermano de Rebeca, el hijo de Juan, el primo de Patri, soy el chico amable que viene a hacer fotocopias a mi tienda, soy un pull de el Hospital Infanta Margarita, soy el niñato que se olvidó de llevarle el vaso de agua a mi padre, soy el hijo de puta que me dejó por telefono, soy el gilipollas que iba con Alex, soy ese tío tan majo que una vez estuvo Galicia, soy ese enigma que no vas a descifrar, soy el niño que se que cree hombre, soy ese tío que se cree interesante pero en realidad es un plasta y además no recordamos su nombre, soy yo. Me llamo Nacho, soy....
Como todo esto es una historia de perspectivas, es un depende es un puede que... He aprendido a hacer análisis de por qué nos tiramos pedos...Es muy gracioso, puedo divagar acerca de las perspectivas de lo que yo he decidido llamar autoobservación,  y sin embargo no puedo enriquecer mi voluntad para hacer nada que requiera algún esfuerzo.
Soy un desastre, pero soy genial. Soy un fraude, pero soy real. Soy yo, pero no soy yo.
Hoy me siento solo, pero mañana decidiré enamorarme durante algunos minutos, después necesitaré tiempo para mi. Querré esta solo para regodearme en esa sensación tan chula que me he inventado, en esa autocondescendencia que no puede hundirme y sin embargo es suficiente para darme lástima, tanto que llego a creer que realmente se puede estar mal y resurgir, para estar bien.
Creo que tengo una enfermedad mental. Creo que soy bipolar. Creo en tantas cosas como puedo creer.
NO ME RESIGNO A SER NORMAL.
Soy Nacho, y este texto es tan pop que me da hasta asco...