miércoles, 24 de marzo de 2010

3

Esta es ya la tercera entrada que escribo en este blog, y lo que parecía iba a ser tan solo una de esas cosas que no consigo acabar, va tomando forma. Quiero pensar que lo que pongo en la pantalla de mi ordendador son solo palabras, es una historia, y no un relato autobiográfico emitiendo por capítulos...en caso de serlo me asaltaria una duda...¿la realidad es tal y como yo la describo o tan solo es así porque yo la veo de esa manera?
Ayer por la noche entablé una conversación con alguien por el que siento un inmenso pero inexplicable respeto, como algo que casi ya  se ha convertido en una costumbre me hizo una pregunta de esas de no te enfades pero...
Una vez más me di cuenta de que me encuentro inmerso en una interminable huida, y que no me he detenido ni un segundo. No darse cuenta de que necesitas un descanso, de que hay gente con la que deberías hacer concesiones es algo para nada positivo. Recuerdo porque empezó todo esto, más bien recuerdo por qué empecé a huir conscientemente, aunque realmente lo llevo haciendo desde que me alcanza la memoria. Casi fue un alto en el camino, pero no, no pude dejar de escapar.
Así ha sido siempre, no mantener nada que se prolongara en el tiempo, a pesar de que abandonarlo me haría daño a mi y a todas esas personas que he driblado en mi camino hasta el momento actual. ¿Por qué? ¿No estaba todo bien? ¿Pero si ayer...? ¿Tú me dijiste que...? He escuchado muchas preguntas a las que no he podido responder, muchos silencios que yo mismo he buscado pero que ansiaba no encontrar.
Sentirse solo en algunos momentos no es un problema, lo que ocurre es que esa sensación que acaricia el interior de las personas no es algo estático, es algo que se intensifica por momentos y machaca cuando no tienes la fuerza suficiente para soportarte solo a ti. Es cuando persigues estar solo cuando la soledad golpea más enérgicamente, cuando sientes que existen vacíos que no puedes llenar aún cuando de alguna manera quieres salir de esa espiral  en la que ni siquiera sabes como entraste.
Es precisamente eso, es que todo venga de lejos, que nada dure, es que no te des cuenta de que a pesar de sentirte solo, estar solo, viajar solo no estas solo pero realmente lo estás. 
Uno no puede decidir estar solo, el hecho en sí no es una decisión absolutamente tuya. Todos los que están a tu alrededor tienen el derecho a reprenderte si es que intentas convertirte en un aislado. No caeremos en el tópico de que hay gente que te quiere y todo eso...va mucho más allá. Hay gente a tu alrededor a la que le aportas cosas de las que no se quieren desprender. Para la mayoría de la gente no eres más que otro sujeto más en su círculo... pero eres alguien con el que compararse, alguien que llena un hueco, alguien sobre el que recaerá la atención cuando ese otro quiera pasar desapercibido. Eres alguien incluso para las personas para las que no eres nadie y por eso no te dejarán estar solo aunque lo intentes desesperadamente y al mismo tiempo te inunde la más inmensa de las tristezas por estarlo.
Tú no decides, y cuando obvias esta simple cuestión te frustra  el hecho de querer estar solo, y no poder sentirse así tan libre como te gustaría.
No se si estoy solo, pero si es verdad que lo he intentado, y en ese vano intento es cuando...

miércoles, 10 de marzo de 2010

2

Hola me llamo Nacho, dudo que alguien leyera la primera entrada, pero ya ha cumplido una función, y por si acaso alguien decidió perder su valioso tiempo leyendo esa mierda le regalo otra...
La búsqueda de respuestas es uno de los impulsos humanos. Habitualmente todos nos planteamos muchas  preguntas, al menos yo lo hago; aunque realmente no lo hago en pos de recibir respuestas sino para sentir el cobijo que proporciona el hecho de no encontrarlas. No me gusta llegar a final del camino, no me gustan las respuestas que no he querido recibir, no me gusta obtener lo que me gusta... Hoy he decidido sentirme triste, creo que llevaba muchos días sin hacerlo, no se si tengo motivos pero me he convencido a mi mismo de que  me siento así. Supongo que es parte de ese ego en crecimiento tumoral que tengo, supongo que este tipo de comportamientos suscitan preguntas por parte de los demás, supongo que me gusta no responder a todas esas personas que me "quieren" ya que una respuesta signficaría perder la oportuniddad de que los de mi alrededor siguieran preguntando a cada segundo. Sería dejar de sentir el apoyo de tanta gente, entre los que cuento a numerosas personas a las que no les importo, sería admitir que lo que me pasa es que no me pasa nada. Ese si es un motivo para sentirse triste, que no pase nada que seas indiferente, que todas esas preguntas si tengan finalmente una respuesta. Es triste no poder envolverlo  todo en un halo de misterio, pero querer hacerlo. ¿Es triste querer sentirse triste? Hoy he querido no sonreir, hablarle mal a alguien que me quiere, no mantener contacto con alguien del que quería recibir noticias.
Es curioso que es justo en la situaciones en las que decidimos que nuestro animo ha de estar bajo el suelo, en las que surgen personas que intentan sentirse mejor consigo mismas a través de nosotros. Es como un sistema de retroalimentación de la indiferencia. Creo que me dan igual demasiadas cosas, y es por eso que me siento triste. Lo cierto es que a pesar de todo me doy magníficos motivos para estar así: que no tenga fuerza de voluntad, que le haga daño a las personas que me aprecian, que decepcione continuamente a todo el mundo incluido yo mismo....sin embargo en el fondo no soy capaz de engañarme y eso me reporta una sensación contradictoria. Me hace sentir mal el hecho de tener la necesidad de sentirme mal, pero por otro lado esbozo una sonrisa al no conseguirlo definitivamente.
Me sigo reinventando y no encuentro una versión de mi mismmo que me satisfaga lo suficiente, me sigo decepcionando, no busco con esto un consuelo vano, escribo sin más. No quiero que esto lo lea nadie, pero me gustaría que lo leyeráis todos.
Es posible que mañana decida no escribir más, es posible que mañana escriba bajo un estado de felicidad narcótica, es posible que mañana ni siquiera quiera...

martes, 2 de marzo de 2010

1

Hola a quien por ahora lee esto que únicamente soy yo...Esta es la manera de empezar algo que es más un experimento personal que cualquier otra cosa. No se lo que es un blog, no se para  qué se utilizan, y no se si lo que hago es adecuado, pero la verdad sea dicha, me importa bien poco...
Esto tenía que ser algo así como el primer capítulo de una de esas series de la FOX con una historia personal acojonante en la que se muestra a alguien absolutamente genial  y único en su especie...Me he inventado un alter ego, me he inventado a alguien seguro de sí mismo, con una personalidad contundente, con tantas atribuciones que nadie podría reunirlas en la vida real: es sincero, valiente, concienzudo, espontáneo, leal, cariñoso, inteligente, interesante...vamos es la repanocha. También me he inventado un mundo con todos sus detalles, un mundo lleno de personas que no van a poder entenderle jamás. Tras de sí dejará una estela de personas a las que herirá y que por supuesto a pesar de no olvidar, le perdonarán. A su paso, las huellas que deje serán como grabados en acero que no podrán desaparecer sino por la destrucción de todo lo que conocemos. Será un universo, será el universo del que todos ansían ser partícipes, pero de hecho no será nada de eso. Será alguien normal, de hecho será alguien tan frágil y vulnerable como cualquier otro.
¿Quiénes sois ahora? ¿Quién lo pregunta? ¿Quiénes queremos ser? He decidido jugar a un juego: pintemos un círculo, pongamos en su centro una pelota de goma. Preguntémonos lo que significa esto. Cuestionemos que va a suponer esa pelota en nuestras vidas. Averigüemos que relación tiene la pelota con ese círculo.
Me llamo Nacho, soy el hermano de Rebeca, el hijo de Juan, el primo de Patri, soy el chico amable que viene a hacer fotocopias a mi tienda, soy un pull de el Hospital Infanta Margarita, soy el niñato que se olvidó de llevarle el vaso de agua a mi padre, soy el hijo de puta que me dejó por telefono, soy el gilipollas que iba con Alex, soy ese tío tan majo que una vez estuvo Galicia, soy ese enigma que no vas a descifrar, soy el niño que se que cree hombre, soy ese tío que se cree interesante pero en realidad es un plasta y además no recordamos su nombre, soy yo. Me llamo Nacho, soy....
Como todo esto es una historia de perspectivas, es un depende es un puede que... He aprendido a hacer análisis de por qué nos tiramos pedos...Es muy gracioso, puedo divagar acerca de las perspectivas de lo que yo he decidido llamar autoobservación,  y sin embargo no puedo enriquecer mi voluntad para hacer nada que requiera algún esfuerzo.
Soy un desastre, pero soy genial. Soy un fraude, pero soy real. Soy yo, pero no soy yo.
Hoy me siento solo, pero mañana decidiré enamorarme durante algunos minutos, después necesitaré tiempo para mi. Querré esta solo para regodearme en esa sensación tan chula que me he inventado, en esa autocondescendencia que no puede hundirme y sin embargo es suficiente para darme lástima, tanto que llego a creer que realmente se puede estar mal y resurgir, para estar bien.
Creo que tengo una enfermedad mental. Creo que soy bipolar. Creo en tantas cosas como puedo creer.
NO ME RESIGNO A SER NORMAL.
Soy Nacho, y este texto es tan pop que me da hasta asco...