La búsqueda de respuestas es uno de los impulsos humanos. Habitualmente todos nos planteamos muchas preguntas, al menos yo lo hago; aunque realmente no lo hago en pos de recibir respuestas sino para sentir el cobijo que proporciona el hecho de no encontrarlas. No me gusta llegar a final del camino, no me gustan las respuestas que no he querido recibir, no me gusta obtener lo que me gusta... Hoy he decidido sentirme triste, creo que llevaba muchos días sin hacerlo, no se si tengo motivos pero me he convencido a mi mismo de que me siento así. Supongo que es parte de ese ego en crecimiento tumoral que tengo, supongo que este tipo de comportamientos suscitan preguntas por parte de los demás, supongo que me gusta no responder a todas esas personas que me "quieren" ya que una respuesta signficaría perder la oportuniddad de que los de mi alrededor siguieran preguntando a cada segundo. Sería dejar de sentir el apoyo de tanta gente, entre los que cuento a numerosas personas a las que no les importo, sería admitir que lo que me pasa es que no me pasa nada. Ese si es un motivo para sentirse triste, que no pase nada que seas indiferente, que todas esas preguntas si tengan finalmente una respuesta. Es triste no poder envolverlo todo en un halo de misterio, pero querer hacerlo. ¿Es triste querer sentirse triste? Hoy he querido no sonreir, hablarle mal a alguien que me quiere, no mantener contacto con alguien del que quería recibir noticias.
Es curioso que es justo en la situaciones en las que decidimos que nuestro animo ha de estar bajo el suelo, en las que surgen personas que intentan sentirse mejor consigo mismas a través de nosotros. Es como un sistema de retroalimentación de la indiferencia. Creo que me dan igual demasiadas cosas, y es por eso que me siento triste. Lo cierto es que a pesar de todo me doy magníficos motivos para estar así: que no tenga fuerza de voluntad, que le haga daño a las personas que me aprecian, que decepcione continuamente a todo el mundo incluido yo mismo....sin embargo en el fondo no soy capaz de engañarme y eso me reporta una sensación contradictoria. Me hace sentir mal el hecho de tener la necesidad de sentirme mal, pero por otro lado esbozo una sonrisa al no conseguirlo definitivamente.
Me sigo reinventando y no encuentro una versión de mi mismmo que me satisfaga lo suficiente, me sigo decepcionando, no busco con esto un consuelo vano, escribo sin más. No quiero que esto lo lea nadie, pero me gustaría que lo leyeráis todos.
Es posible que mañana decida no escribir más, es posible que mañana escriba bajo un estado de felicidad narcótica, es posible que mañana ni siquiera quiera...
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